Vivimos inmersos en un mundo que nos bombardea constantemente con miles de estímulos. Tal es así, que en muchas ocasiones vamos dejando morir nuestros verdaderos anhelos y aspiraciones sepultados bajo los objetivos que nos “imponen” nuestros familiares, amigos, vecinos,… vamos dejando morir nuestra propia música interior. Algo a lo cual me resisto, me vuelvo rebelde ante tal situación. Abogo por la superación personal para derribar esas barreras que cada uno tenemos.
La superación personal es un proceso de transformación y desarrollo, a través del cual una persona trata de adoptar nuevas formas de pensamiento y adquirir una serie de cualidades que mejorarán la calidad de su vida. Mediante esta preparación personal el ser humano puede alcanzar un estado de satisfacción consigo mismo, lograr cambios positivos en su vida y transformar o entender las circunstancias que lo rodean, para así poder disfrutar de una vida mejor desde la calma y la armonía.
Cuando digo una vida mejor no me refiero a una con más comodidades materiales, aunque estas pueden ser un resultado del cambio personal, sino una vida evolucionada libre de ataduras, de jaulas. Esas jaulas que nos imponen ideas y/o sentimientos erróneos, ficciones que se crean en nuestra mente y a las que les damos tanto poder que se convierten en monstruos reales.
Parece mentira, pero somos nosotros mismos quienes conspiramos en contra de nuestra superación personal, nos dejamos llenar de sentimientos de angustia, temor, ira y desilusión, como si no tuviéramos ningún control frente a ellos, como si no pudiéramos decir "ya no voy a sentir esto y punto". Nos dejamos inundar de miedos y los encubrimos con excusas, con esperanzas vanas, esperando el momento adecuado, el minuto perfecto para cambiar de vida y entonces ese minuto nunca llega.
Desde cuándo estás hablando de tus planes y de los deseos por darle un nuevo rumbo a tu existencia?, sin embargo, todo se queda en las palabras y más palabras. Sílabas muertas que argumentan por qué no se pudo hacer esto o aquello otro.
Qué pasa con ese negocio que desde hace tiempo quieres emprender; qué pasa con esas clases que necesitas tomar; qué pasa con ese trabajo que sueñas conseguir, esos proyectos con los que has imaginado tanto, esa dieta que necesitas empezar o esa chica que tanto te gusta y no te decides a decírselo.
La superación no llega por si sola, un día no te despiertas y descubres "ah que bien, soy una persona diferente". No. Quien te quiere vender esa idea te está dando frutas podridas en lugar de frescas; la superación personal requiere acciones concretas, el simple deseo no basta. Se necesitará, según cada caso: decisión, esfuerzo, trabajo continuo, resistencia...
Desafortunadamente, millones de personas mueren sin haber hecho “sonar” gran parte de esa “música” interior que poseen. Cuantos dones y habilidades han sido desperdiciados por no haber escuchado esa sabia voz interior que nos susurra constantemente qué es lo verdaderamente importante y valioso en nuestras vidas.
Llegar a convertirse en una persona evolucionada no es un proceso fácil. Implica dejar atrás muchas formas de pensamiento y comportamiento que se han ido adquiriendo con los años. Todo este proceso de cambio en busca de la superación es duro pero también maravilloso porque lo que tratamos es de renacer a un individuo nuevo que ha logrado una evolución en su actitud frente a la vida. No pienses que vas a encontrar un cambio personal con la adquisición de bienes materiales; las cosas materiales son como esparadrapos, te cubren la herida pero no te la curan, y nunca podrás ser feliz hasta que no hayas evolucionado espiritual y mentalmente, hasta que no hayas resuelto tus íntimos conflictos personales.
La superación personal no es exclusiva de una determinada edad; jóvenes y personas mayores, hasta muy viejitos, son capaces de lograr y de cumplir grandes sueños, sin detenerse a dudar por la falta de experiencia, por la duda o por el desgaste natural que traen los años.
La decisión de evolucionar es tuya y está a tu alcance. La superación personal duerme en ti, despiértala ahora. No mueras dejando “música” todavía dentro de ti. Empieza a hacer sonar tu propia música con fuerza cada día. A pesar de que tengas la sensación de que muchos de tus sueños y aspiraciones se hayan ido quedando en el camino... ¡Sube el volumen de tu “música” AHORA!
Cada instante de nuestra vida es una increíble oportunidad de comenzar con renovadas ilusiones la persecución de nuestros verdaderos sueños. Y cuando aparezca de nuevo algún pensamiento negativo del tipo de: “No lo vas a poder lograr”, “Es demasiado tarde”, “Eres demasiado joven”, “No tienes formación suficiente”y otras basuras de este estilo...
¡Sube más el volumen de tu propia “música”! ¡Sube el volumen y empieza a oír la maravillosa melodía en la que tu vida se va a convertir!
Recojo un texto de Pau Casals, quien aparte de ser un auténtico genio y virtuoso maestro con el violonchelo, realizó en cierta ocasión una reflexión verdaderamente poderosa e inspiradora. Sus palabras fueron:
"Cada segundo que vivimos es un momento nuevo y único en el universo, un momento que jamás volverá… Y ¿qué es lo que les enseñamos a nuestros hijos? Pues les enseñamos que dos y dos son cuatro, que París es la capital de Francia.
¿Cuándo les enseñaremos además, lo que son?
A cada uno de ellos deberíamos decirle: ¿Sabes lo que eres? Eres una maravilla. Eres único. Nunca antes ha existido ningún niño como tú. Con tus piernas, con tus brazos, con la habilidad de tus dedos, con tu manera de moverte.
Quizás llegues a ser un Shakespeare, un Miguel Angel, un Bethoven. Tienes todas las capacidades. Sí, eres una maravilla.”
Que mensaje tan poderoso!!
Y yo lo hago extensible no solo a los niños, sino también a todos esos "niños grandes" . Démonos cuenta de lo especiales que somos. Como dije anteriormente, empecemos a dar lo mejor de nosotros mismos con decisión, esfuerzo, trabajo continuo, resistencia....Iniciemos ese proceso de superación, cada uno el suyo. Digamos bien fuerte y claro que somos una auténtica MARAVILLA.
¿Cuándo les enseñaremos además, lo que son?
A cada uno de ellos deberíamos decirle: ¿Sabes lo que eres? Eres una maravilla. Eres único. Nunca antes ha existido ningún niño como tú. Con tus piernas, con tus brazos, con la habilidad de tus dedos, con tu manera de moverte.
Quizás llegues a ser un Shakespeare, un Miguel Angel, un Bethoven. Tienes todas las capacidades. Sí, eres una maravilla.”
Que mensaje tan poderoso!!
Y yo lo hago extensible no solo a los niños, sino también a todos esos "niños grandes" . Démonos cuenta de lo especiales que somos. Como dije anteriormente, empecemos a dar lo mejor de nosotros mismos con decisión, esfuerzo, trabajo continuo, resistencia....Iniciemos ese proceso de superación, cada uno el suyo. Digamos bien fuerte y claro que somos una auténtica MARAVILLA.
SUBE EL VOLUMEN, HAZ SONAR TU MÚSICA!!!!
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