jueves, 6 de marzo de 2014

EMPEZAMOS BIEN... VAYA DIA!!

Comparto este articulo con todos:
Me he levantado por la mañana motivado, con ganas. Es el principio de un nuevo día, pero nada más poner el pie en el suelo, las cosas empiezan a torcerse.
Me he quedado sin el café mañanero que tanto me gusta, ese café que me reconforta y me da energía para empezar el día. ¿Y qué hago yo sin café? ¿Empezar el día sin mi café? Imposible, no puede ser. Siempre que me pasa, acabo el día muy mal.
Pero bueno, no lo pienso más y salgo camino a una entrevista de trabajo. A ver si tengo suerte, aún a pesar de que el día no ha empezado bien. Y zas, por el camino, se pone a llover. Empiezo a jurar en arameo y en todos los idiomas que conozco, y para colmo, tenía ropa tendida.
¡¡Que buena pinta tiene el día!!
Bueno, me podía imaginar que la entrevista no fuese perfecta, pero al menos estaba esperanzado en que transcurriera rápido. Pero ya han pasado 2 horas desde que llegué y, entre test psicológico y psicotécnicos, prueba de inglés y entrevista con RR.HH...esto parece no acabar nunca!!! Y para colmo, se despiden de mi con un "nos interesa mucho tu perfil profesional, pero en estos momentos no tenemos ningún puesto vacante". ¡Cuanta hipocresía!
¿Pero dónde está el día que tanto había soñado? ¿Acaso lo tiene otra persona? ¡¡Que me lo devuelva!! ¡¡Es mío!!
En fin, todo no está perdido. He quedado para comer con alguien a quien no veo hace tiempo. Quiero ponerme al día con ella, recuperar el tiempo perdido. Pero...cómo no!!! otra buena noticia que me da el día…!! Un tema de trabajo le ha complicado la mañana y no puede venir. Otra vez será...
Para colmo, otro proyecto en el que estoy enfrascado y tenía puestas muchas esperanzas, se está dilatando más de la cuenta y no parece que vaya a salir como yo pensaba.
¿Pero por qué a mí? ¿Qué he hecho yo para merecerme esto? ¡¡Yo que había puesto mi ilusión en este día, y todo al carajo!!  ¡¡No me sale nada bien!! ¡¡ Mejor me hubiera quedado en la cama, seguro que no habría pasado nada de todo esto!! No me hubiera llevado este sofocón.
Había puesto muchas esperanzas en este día, en el que encontraría por fin trabajo… Mi día.. Pero todo se transformó, en quejas y más quejas.
Todos los días nos enfrentamos con contratiempos, pequeñas adversidades que,  para ser claros, nos ponen de mala leche. Ficción o realidad, todos hemos tenido algún día parecido, verdad?

¿Pero merece la pena quejarnos tantos por una pequeña adversidad? ¿Por qué nos quejamos todos los días a la misma hora del atasco en el que nos encontramos? ¿Pero no sabemos que siempre pasa igual?
He tenido días así y la verdad que cuando llegaba a casa, meterme en la ducha y ponerme a llorar era todo uno (como creo que a todos nos ha pasado alguna vez). Ahora pienso que son pequeñas pruebas que la vida nos pone para ver nuestra reacción.
¿De verdad tenemos que exagerar tanto nuestra reacción por encontrar tantos coches en plena hora punta, o porque haya mucha cola en el banco? ¿Por qué nos exaltamos tanto con nuestra pareja porque se le haya olvidado un asunto que le habíamos pedido? ¿Por qué parecemos unos cascarrabias?
Aunque nos gustaría ser dueño de una varita que con un solo toque la vida se nos ofreciera a nuestro gusto, las cosas son como son y punto. Todas estas pequeñas “molestias”, forman parte de la vida, por mucho que nos molesten. Sabemos que la gran mayoría son inevitables, pero no paramos de quejarnos ¿Por qué no focalizamos nuestra mirada, en el sol que nos ofrece el día, en la sonrisa de esa dependienta que nos atiende en el pan o en el “te quiero” de tu pareja?
Sé que con la que está cayendo es difícil tener esperanza en el futuro y ver el lado positivo; es difícil pensar en que más temprano que tarde se nos devolverá todo el esfuerzo que estamos invirtiendo ahora mismo en forma de trabajo, de logros, de pareja...
La frustración se adueña de nosotros. Tiempos pasados siempre fueron mejores, qué feliz era cuando tenía trabajo, cuando tenía pareja, qué feliz me encontraba haciendo lo que realmente me gustaba…” Y claro que lo éramos, pero ya está. Eso era la guinda a tu felicidad, porque tú ya eras feliz mucho antes pero te resistes a verlo.
Echamos la vista atrás y vemos que éramos felices, por cuál o tal situación, que teníamos todo a nuestro alcance, que nos sentíamos los reyes del mundo en esos momentos. ¿Y ahora? ¿Por qué sientes que no lo eres? ¿Por qué no tienes pareja? ¿Por qué no tienes trabajo?
El paro me ha ayudado en muchas cosas (ya conté algo en otro post), por difícil que parezca y una de ellas es que la felicidad no depende de que tenga o no esa camisa que tanto me gusta o ir a tal concierto. Para ser feliz no preciso de factores externos. Todo el bienestar, la felicidad, la comodidad..., cómo quieras llamarlo, está dentro de mi. TODO.
La vida no es como nos gustaría  que fuera, pero también tiene cosas maravillosas. Me ha ofrecido la oportunidad de escribir, de conocerme más a mí mismo, de conocer mejor a quienes me rodean, valoro más las cosas que tengo a mi lado y a mi gente.
Vamos a dejarnos de quejas y de tanta tontería. Vamos a ver el lado positivo de las cosas que nos rodean, de las personas, de cada situación, en vez de añorar y pensar en que tiempos pasados fueron mejores. Mientras nos quejamos y decimos sentir frustración, hay una cosa que se nos está escapando sin darnos cuenta, LA VIDA. 
Quiero que mañana te levantes y a parte de lavarte la cara, te digas unos piropos frente al espejo para empezar bien el día. Quiero que te pongas el traje de la ilusión, de la ilusión en el futuro, en tus capacidades, y ya vale de desesperación, negatividad, frustración… ¿LO HARAS?  YO SÍ!!!!

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