Si te paras por unos instantes a reflexionar, te darás cuenta de que todos los seres humanos tenemos un poder que destaca por encima de cualquier otra de nuestras capacidades. Ese poder es nuestra capacidad de elegir cómo nos queremos sentir con cada una de las decisiones que tomemos en la vida.
Esa es la libertad última del ser humano: tu capacidad de elegir como te quieres sentir en un momento determinado.
Por descontado que tú no puedes “controlar” el tiempo que hará hoy, si encontrarás tráfico de camino al trabajo, las variables macroeconómicas de un país o la actitud de tus compañeros de trabajo… Pero sin duda alguna, sí depende absolutamente de ti y de tu elección cómo te sientes por todas esas cosas.
Si das un vistazo a tu alrededor en tu casa, verás una serie de objetos que te rodean: muebles, accesorios, electrodomésticos, plantas, teléfono, televisor, libros…Lo mismo sucede con tu ropa y pertenencias personales… Todo eso han sido elecciones, en su mayoría hechas por ti. Y si algo ha sido un regalo, en última instancia es tuya la decisión de conservarlo o no. Igualmente tienes la capacidad de reemplazar esas cosas si así lo decides.
Y esto mismo puede extrapolarse al coche que conduces, la actividad que realizas, la clase de libros que lees, los programas que ves en televisión, las amistades que frecuentas,… Todo eso, hayas reflexionado sobre ello o no, son elecciones personales tuyas.
En última instancia tú eres el responsable de cómo te sientes por la clase de elecciones que estás haciendo en tu vida.
La decisión de mantenerte como estás o emprender cualquier clase de cambio en cualquier área de tu vida depende básica y fundamentalmente de ti.
Y si damos un paso un poco más allá, y nos situamos en el plano de los pensamientos, sucede exactamente lo mismo. Tu actitud está basada en la clase de pensamientos con los que sueles “alimentar” tu mente. Si mantienes una actitud mental negativa o derrotista es muy posible que la causa sea que a lo largo de los años has estado alimentando y manteniendo una dinámica de pensamiento basada en la negatividad. ¡Pero eso también es una elección!… Y como tal tienes la capacidad, en base a tu poder de elección, de cambiar. El primer paso para alcanzar una actitud mental positiva es hacer de ello nuestra elección. Dar el paso y elegir entre todas las opciones disponibles aquellas que te sitúen en la parte positiva.
Nunca subestimes el tremendo poder que tenemos todos los seres humanos en base a nuestra capacidad de elección.
La felicidad es posible.
El lugar ideal para ser feliz es en el que te encuentras en este momento.
El momento ideal para ser feliz es AHORA.
El camino más rápido para ser feliz es ELEGIR SER FELIZ.
Empieza ya, y construye tu vida partiendo de ese estado.La ELECCIÓN es siempre tuya
