jueves, 2 de abril de 2015

TIEMPO...SOLO ESO

Es muy temprano, hoy he madrugado mucho, más de lo normal pero bueno...no pasa nada, ya es viernes y tendré tiempo mañana para levantarme tarde. Hora del desayuno, mi comida principal del día. Una tortilla francesa, un café con leche, pequeña tostada con aceite de oliva y una naranja (un desayuno completito). Y todo esto con la compañía de la radio para ponerme al día con las noticias de las últimas horas.

El día en el trabajo discurre sin más sobresaltos de los normales. Son las doce y media de la mañana, y hace bastante calor para las fechas en las que aún estamos. Desde la ventana de la oficina el tráfico se ve intenso. Ha sonado el móvil pero se cortó la llamada enseguida. Suena otra vez, pero la melodía del móvil es diferente cuando tú llamas.

Por fin la jornada laboral llega a su fin. Como todos los viernes, es la hora de nuestra cerveza, de compartir ese aperitivo en el bar de siempre. Momentos de charlar, contarnos como ha ido la semana, de reír un rato, hablar de recuerdos y enterrar los olvidos. Veo una llamada perdida en el móvil pero no eras tú. Te espero, y mientras...la cerveza pierde su espuma, se calienta y tú...tú no llegas.
Te he llamado varias veces. Tres, cuatro, cinco tonos... Ausente. El buzón de voz me ha contestado. Tu voz me gusta más. Creo que el café de hoy tampoco lo tomaremos.

Anochece, el día se acaba y refresca. Tengo los ojos rojos, están cansados.  En la calle hay fiesta, comienza el fin de semana. Sin embargo en casa me rodea el silencio. Suena el móvil. Un whatsapp. Eres tú. Sonrío. Lo miro y leo este mensaje: "discúlpame por lo de hoy, es que no tengo tiempo".
¡No tengo tiempo!, ¡no tengo tiempo!, ¡no tengo tiempo! Todo el día sin saber de ti, y me escribes para decirme que no tienes tiempo...??!!!
Malditas palabras. Se repiten en mi cabeza, ahogan mi respiración.
Lágrimas.

No es la primera vez que lo haces, y ya me estoy cansando. Tus constantes disculpas están minado nuestra relación, y de seguir así van a terminar con lo que empezaba a ser algo más que una amistad. Esa estúpida y barata excusa de decir que no tienes tiempo. Muy poco elegante viniendo de ti.
Todo empieza a cambiar, ya nada es igual. Ya no tienes tiempo. Ahora he comprendido que yo solo he sido tiempo para ti, y ahora ni eso.

Nota.- Despierto en la madrugada, te envío un mensaje de whatsapp: Mañana te llamo. Descansa

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